Javiera Flores. Aunque no ganó el concurso The Voice su cantante preferido, Gonzalo Sorich, Aristarco quedó contento con el triunfo de Javiera Flores (foto). El programa del Canal 13 mostró a una Javiera Flores sin altibajos, siempre firme, superándose a sí misma. Le llamó la atención a Aristarco la confesión que hizo ella: cuando cantó la primera vez en el concurso sintió que lo hizo ‘con otra voz’ a la que ella creía tener. Curioso, pero comprensible, si se considera que los cambios, en las personas y la sociedad, se producen a saltos, no imperceptiblemente. Y otra cosa: que Javiera Flores, cuando tuvo que escoger a qué grupo integrarse, dijo: «Ana Torroja», ‘pero no sé por qué lo hice’. Eso reveló. ¿Habla esto, acaso, del azar que no es tan azaroso, y parece más bien algo predeterminado, superior a la razón humana? Porque, además, Javiera Flores fue ‘desechada’ por Luis Fonci, quien, al parecer, era el ‘más educado’ de los coach, en cuanto a que estudió música y composición en el Conservatorio. ¡Y la chica pasó de ser «desechada» a ser «triunfadora»! La recomendación final que hace Aristarco es la misma: que canten en español. Hay muchas canciones hermosas en español. Es cuestión de ver la producción musical de España, de Italia con cantantes en español, de México, de Argentina, de Brasil, etcétera. O que empiecen a componer.
Miguel Krassnoff. Si al torturador y asesino Miguel Krassnoff, que está condenado a casi 400 años de cárcel por delito graves de lesa humanidad y contra los derechos humanos, sale a las calles, como es la petición de su abogado y la conformidad que dio la justicia en primera instancia, entonces no debería extrañarnos que muchachos asaltantes que asesinan a sus víctimas y destruyen autos robados y semáforos y mobiliario urbano, se vayan para sus casas después de la audiencia de formalización de cargos. El Congreso (foto) tiene trabajo que hacer en materia judicial, y no lo hace por estar politiqueando. Y la gente cree que el problema es de la policía o de los jueces.
Ricardo Lagos Escobar. Qué mal sería volver a elegir al expresidente Ricardo Lagos Escobar (foto) para suceder a Michelle Bachelet. Es de lo más retrógrado. Su administración se distinguió, además de mostrar un genio de los mil demonios, por favorecer, como el que más, a la aristocracia chilena. “Los multifondos, la creación de la Ley de Acreditación, el CAE, el fortalecimiento de la Ley Antiterrorista en la zona de las forestales y el millonario préstamo de BancoEstado al grupo Luksic, figuran entre las iniciativas impulsadas durante la administración del ex Presidente”, recuerda ‘El Mostrador’. Yo añadiría la despenalización para los delitos económicos. Una persona de este talante, pues, no se diferencia en nada del otro candidato: Sebastián Piñera, éste sí, abiertamente defensor de los aristócratas, porque es uno de ellos.