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Bautizazo; Mena; Codelco; 40 horas; Monga

­nelson pizarro-codelco-1- En siete años la Selección de Fútbol es casi la misma del ‘bautizazo’, aquel acto de indisciplina alcohólica de Arturo Vidal, Gonzalo ‘El asqueroso’ Jara, Jorge Valdivia y Jean Beausejour, entre otros. Y desde esa época se han comportado como una mafia, en cuanto a no dejar participar a nadie más en la organización. Es una selección vieja, alcohólica. Han sido contados los jugadores que han entrado, como Eugenio Mena, con una característica común al resto: fue detenido hace pocas horas por carabineros por conducir a 166 kilómetros por hora, en la ruta Viña del Mar-Santiago. ¡Borracho!

2- Es tanto el sentido de pertenencia, y más que pertenencia, el sentido de propiedad que se tiene de la Selección, que apareció la mamá de Jorge Valdivia, la señora Elizabeth Toro, a exigirle al director técnico Juan Antonio Pizzi que convoque a su hijo borrachín. Valdivia no ha sido, hace muchos años, ningún aporte a la Selección.

3- Después de la ridícula declaración del presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro (foto), sobre que la empresa no tenía “un puto peso”, ahora se sabe, por medio del contralor general Jorge Bermúdez, que en Codelco se feriaban contratos con amigos y familiares de los directivos, y las cuentas de producción e ingresos no cuadran. ¡Por eso no hay un puto peso para inversiones! De acuerdo con el volumen de producción y los precios de mercado del cobre, los ingresos por ventas del año 2016 debieron sobrepasar de US$ 16.000 millones. Sin embargo, en la Memoria de Codelco, los ingresos por ventas del año 2016 alcanzan solamente a US$ 11.537 millones. Faltan US$ 4.600 millones. ¿Dónde están? ¿O, por qué no están? ¡Cuatro mil seiscientos millones de dólares! Y lo más cínico es que los señorones del directorio de Codelco se niegan a que la Contraloría los vigile. Quieren ser otra república independiente, como la de los militares con sus ‘gastos reservados’. Los analistas más suspicaces hablan de que el objetivo de estos directivos de Codelco es adelgazar al máximo la empresa, dejarla famélica, al borde de la quiebra o la inviabilidad, para cumplir el sueño largamente acariciado por la oligarquía: privatizar a Codelco.

4- Le preguntaron a Sebastián Edwards: “Según el ministro Rodrigo Valdés, reducir las jornadas a 40 horas elevaría el costo laboral en 12,5%. ¿No está de acuerdo con esto?” Respondió el señor Sebastián Edwards: “El ministro Valdés es uno de los mejores que ha tenido nuestro país, pero en este tema se equivoca. Su cálculo resulta de dividir la reducción de la jornada laboral (cinco horas por semana) por el número de horas totales en la nueva legislación (40 horas). Esos son los cálculos del carnicero, que no corresponden”.

Farmacias; Luksic; Bilbao; Cmpc

Farmacias. Es criminal lo que hacen los laboratorios: subir el precio de los medicamentos medicamentos(ilustración) a las farmacias populares. Es como si los laboratorios odiaran a la gente. No les permite a las personas que tengan sus medicinas, que se sanen, o que compren un paliativo barato a sus dolencias. Es criminal la actitud de los laboratorios. Porque las farmacias populares lo son para llevar un remedio a los más pobres. Loable labor, sin mirar esa idiotez de que quien lo haga sea de ‘izquierda’ o de ‘derecha’. Pero ahora aparecen los laboratorios, con voracidad financiera, para echar a perder la ayuda humanitaria porque quieren obtener más ganancias, aún a costa de los más pobres, de su salud y su supervivencia. ¿Dónde está el Estado que regule? No vengan con el baboso cuento de que “la libre economía se autorregula”, porque eso no es cierto. ¿Dónde está el Gobierno que ponga orden, y le de dignidad y respeto al ser humano, y al pueblo que lo eligió? ¡Laboratorios criminales!

Luksic. Estos tipos no tienen arreglo. O no aprenden. No le bastó al señor Andrónico Luksic Andronico Luksic(foto) estar metido, de celestina, en favor del hijito de mami, el guatón traspirado de los aros picantes, Sebastián Dávalos Bachelet, para que su banco, el Banco de Chile, sin garantías, sin avales, sin nada más que el nombre que le puso su mamá, doña Michelle Bachelet, al angelito, le otorgara Luksic a su esposa Natalia Compagnon un crédito por 3.500 millones de pesos en cinco días. Gestión dudosísima, que a él, Luksic, le pareció ‘normal’. Pero como si no le bastara el desprestigio y mal nombre que ese ‘Caso Caval’ le acarreó, el señor Luksic ahora tiene documentos “de apoyo” para presentar en Argentina, firmados por el “ex jefe de gabinete de la ministra de Minería, Aurora Williams, Fernando Galindo Fuentes”. ¡Galindo, en defensa de la minera Los Pelambres, de Andrónico Luksic y su familia! Fernando Galindo Fuentes debe ser multado, con anotación de deméritos en su hoja de vida, por traficar influencias. Y vetado para ejercer cargos públicos en los próximos 15 años. Los casos Caval y Los Pelambres, ponen de relieve la capacidad de este gobierno de traficar con influencias.

Bilbao. Aunque le moleste al delincuente (persona que realiza acciones contra la ley) Pablo  bilbaoLongueira, hay que hablar de otro delincuente: Juan Bilbao (foto), expresidente de ‘Consorcio’. Ejerciendo esta posición, el señor Bilbao manipuló información privilegiada para ganar 4.294 millones de pesos, en una compra-venta de acciones de Laboratorios Recalcine. Si no lo hubieran atrapado en Estados Unidos, porque su osadía se extendió a la bolsa de valores del país del norte, Bilbao jamás hubiera sido tocado en Chile. Pero ahora, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) decidió congelar 4.924 millones de bienes del ‘empresario’, para cubrir la multa que puedan imponerle, en un proceso que se le sigue en el Juzgado 30 Civil de Santiago. Juan Bilbao está, obviamente, reclamando el uso de ese dinero (fruto del robo que cometió), pero se teme que lo desvíe, escamoteando la sanción judicial.

CMPC. Aparece en la prensa una información según la cual los señores de la forestal y logo-cmpcpapelera CMPC (logosímbolo) dicen que “su directorio no sabía nada de la colusión de precios” para vender papel higiénico, o papel tisú, tanto en Chile como en otros países de Latinoamérica. No entro en la mecánica interna de la empresa, la cual no me interesa. Pero que un directorio diga que no sabía los delitos que estaba cometiendo la empresa en la cual calientan asiento, me parece ridículo, risible y, sobre todo, deplorable. ¿Entonces qué hacen ahí, si no saben lo que pasa en la empresa de la que reciben sueldos millonarios? El asunto es este: Si el directorio sabía, malo, muy malo, y hay que echar a los señorones del directorio a la cárcel. Y si no lo sabía, malo, muy malo, y hay que echar a los señorones del directorio a la calle.

¿Cuál el “derecho” para poner y usar el papel tualé?

Algunas nimiedades nos pueden poner en pie de guerra y generar verdaderas batallas campales con nuestros seres queridos. Nimiedades como preguntarse ¿cuál es “el derecho” del papel higiénico? Sí, papel higiénico, papel sanitario, papel toilet o tualé; en Chile, se le dice por el nombre de la marca: ‘Confort’. Se ha sabido de grandes discusiones sobre cuál es “el derecho” para ponerlo en su lugar de rotación. Si hay que ponerlo para que dispense por debajo o desde atrás, o hacerlo para que dispense por arriba o desde adelante. Esa nimiedad tiene mucho que ver con la propia higiene del papel. Puesto de una manera es distinto que puesto que la otra, y el roce con las manos es también distinto. Tan distinto, como al momento de doblar sus cuadritos para usarlo. Además, hay que considerar el volumen de uso. De una forma parece que se gasta más que de la otra. La discusión se sabe que seguirá. Por ahora, acudo a la ilustración que hizo don Seth Wheeler, quien lo patentó en 1891 como “Toilet paper roll”, y así quedó registrado con el número 466.588. Creo que ese es el derecho de ponerlo en su sitio, para luego usarlo.
papel higiénico

Stiglitz: Economía, legislación y fármacos

stiglizEl Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, insiste en la necesidad de cambiar el paradigma social, y legislativo, de la rentabilidad económica por la rentabilidad social, en la industria farmacéutica. Los incentivos oficiales muchas veces no sirven para que los precios se moderen. Aunque se sabe que un medicamento que se vende en $1000, probablemente tuvo un costo de producción de apenas $50 o $100 pesos. El asunto no es meramente «científico», sino del modelo económico en que está montada la sociedad (estadounidense o chilena, es igual) JSA
Cada año mueren millones de personas por enfermedades que se pueden prevenir y tratar, sobre todo en los países pobres.
En muchos casos se pueden producir a gran escala medicamentos baratos para salvar vidas, pero sus precios de venta impiden que los compren las personas que los necesitan. Además, hay muchos que mueren porque no hay curas o vacunas, debido a que se dedican muy pocos recursos y talento de investigación del mundo para tratar las enfermedades de los sectores pobres.
Esta situación representa un fracaso de la economía y la legislación, que se tiene que corregir urgentemente.
La buena noticia es que ahora hay nuevas oportunidades de cambio, sobre todo mediante esfuerzos internacionales, encabezados por la Organización Mundial de la Salud, que empezarían a modificar el régimen ineficaz de propiedad intelectual que obstaculiza el desarrollo y la disponibilidad de medicamentos asequibles.
Hay dos problemas principales que ahora están limitando el acceso a los medicamentos. Uno de ellos es que son muy caros; o, más bien, que el precio asignado es demasiado alto, aunque el costo para producirlos sea tan sólo una fracción de ese precio.
Segundo, el desarrollo de medicamentos está orientado a obtener el máximo beneficio económico, no social, lo que sesga los esfuerzos dirigidos a desarrollar aquellos que son esenciales para el bienestar de la humanidad.
Como los pobres disponen de poco dinero para gastar, las compañías de medicamentos, bajo las disposiciones actuales, tienen muy pocos incentivos para realizar investigaciones sobre las enfermedades que padecen los pobres.
Esta situación no tiene que prevalecer. Las compañías de medicamentos sostienen que los precios elevados son necesarios para financiar la investigación y el desarrollo.
Con todo, en los Estados Unidos, y en gran parte del mundo, los precios de los medicamentos siguen siendo exorbitantes y la propagación del conocimiento es extremadamente limitada. Ello se debe a que hemos creado un sistema de patentes que ofrece a los innovadores un monopolio temporal sobre su creación, lo que los incentiva a acaparar sus conocimientos para no beneficiar a sus competidores.
Si bien este sistema ofrece incentivos para determinados tipos de investigación, porque hace rentable la innovación, también permite a las compañías de medicamentos aumentar los precios, y los incentivos no corresponden necesariamente a los beneficios sociales.
El sistema de patentes incluso puede tener efectos perjudiciales sobre la innovación, porque mientras que el insumo más importante en cualquier investigación es el uso de ideas anteriores, el sistema de patentes incentiva el secreto.
Los precios elevados y la investigación sesgada se pueden solucionar si se sustituye el modelo actual con un sistema de recompensa respaldado por el Gobierno. Con un sistema de premios se recompensan los nuevos conocimientos que aportan los innovadores, pero no retienen el monopolio de su uso.
De esa forma, el poder de los mercados competitivos puede garantizar que un medicamento nuevo se ofrecerá al precio más bajo posible, no a un precio inflado monopolizado.
El informe Research and Development to Meet Health Needs in Developing Countries (Investigación y desarrollo para atender las necesidades de salud en los países en desarrollo) recomienda un enfoque amplio que incluya contribuciones financieras obligatorias de los gobiernos para la investigación de las necesidades de salud en los países en desarrollo, la coordinación internacional para definir las prioridades en los servicios de salud y su aplicación y un observatorio global que se encargue de detectar dónde hay más carencias por atender.
Reformar nuestro sistema de innovación no es sólo una cuestión de economía. En muchos casos es un asunto de vida o muerte.
Por ende, es esencial desvincular los incentivos para las actividades de investigación, y desarrollo de los precios de los medicamentos, y promover un mayor intercambio de los conocimientos científicos.
Joseph E. Stiglitz (foto)

La marihuana que Uruguay despenalizó

marihuana (2)Cuando se habla de legalizar el consumo de marihuana, muchas personas creen que entonces todo el mundo puede andar fumándose un ‘pito’ en cualquier parte. No, no es así. La legalización del consumo involucra muchos más elementos que simplemente llenarse de humo sicodélico los pulmones.

El objetivo es el de arrebatarle el negocio al narcotráfico. Eliminar el mercado negro, dentro del cual surgen pandillas, vendettas, inseguridad ciudadana. Para este fin, habrá una serie de resguardos, como por ejemplo: 1) el monopolio de la marihuana en manos del Estado, 2) la creación de registros de consumidores y distribuidores, y 3) la creación de organismos de control del cultivo, tenencia, venta y precios de la marihuana.

En primer lugar, se entiende que la marihuana (foto) tendrá dos consumidores: el recreativo, el que quiere estar en “la volada”, y el terapéutico, que busca aliviar un dolor o lo recetado por el médico. De esta manera, la marihuana se venderá en farmacias y expendios autorizados, y solo se hará a quienes estén registrados.

El uso terapéutico usará una “cannabis no psicoactiva”, o cáñamo, mientras el recreativo establecerá cantidades máximas de consumo. No es que cada cual ande con sus “cosos” de marihuana bajo el brazo, o en un bolso, como si llevara un notebook.

El experimento de la legalización lo inicia Uruguay. Lo que se sabe es que habrá un Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), dependiente del Ministerio de Salud Pública. Ese instituto emitirá las licencias para luego hacer los registros (que también habrá registros de productores, comercializadores, importadores, etcétera), y controlará la producción, distribución y compraventa de cannabis.

Hasta donde se sabe, el consumo personal, y la tenencia, no excederá los 40 gramos de marihuana. El auto cultivo, o cultivo personal, se permitirá siempre que no produzca más de 480 gramos de cosecha al año. Y podrá haber cultivos comunales, de hasta 45 socios, y una producción máxima, proporcional a 99 personas (unos 3.960 gramos al año).

El presidente José Mujica ha prometido que no habrá “fuga” de cannabis a otros países. Pero también pidió ayuda al mundo entero, para que no traten su experimento con desdén, o desidia, y en lugar de menospreciarlo o sabotearlo lo apoyen y estimulen. Podría tratarse de un “plan piloto” para el mundo entero.

Muy valiente este paso de Uruguay, para quitarles el negocio a los delincuentes, que en Uruguay se estima vale US$ 30 millones al año. De lo que se trata es de hacer del consumo (recreativo y terapéutico) de marihuana, un asunto de la salud pública, y no de las policías. Suerte al presidente José Mujica y su experimento.

Turismo de Chile establece perfiles laborales

Alex-Thierman-El presidente de Consetur (Consejo Superior de Turismo, de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile), Alex Thiermann (foto), junto a representantes de Sernatur, la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet), la Asociación Gremial de Empresarios Hoteleros (Hoteleros de Chile) y otras organizaciones del sector, firmaron ayer el ‘Acta de Validación de los Perfiles para el Sector Turismo’.

Previamente, se levantó información para mejorar y actualizar los perfiles ocupacionales de los subsectores de alojamiento, gastronomía, local de comida rápida, agencias de viaje y actividades de asistencia a turistas, los cuales ingresarán a ChileValora para su posterior incorporación al Catálogo Nacional de Competencias Laborales.

“A través de este acto, nuestro trabajo como organismo sectorial, iniciado en marzo del 2012, realizado a lo largo de todo Chile y en conjunto con el empresariado, con Sernatur y sindicatos y trabajadores, ha concluido con éxito”, señaló Thiermann.

Se destacó que la implementación de este catálogo de competencias laborales para el sector turismo llega en un momento muy oportuno en que hay que reemplazar a los trabajadores de turismo que están siendo demandados por los proyectos de las altas inversiones mineras en el norte del país. Pero en especial, se aclaró, esta situación dará oportunidades de trabajo a cientos de egresados de institutos y escuelas de turismo y gastronomía.

El presidente de Consetur concluyó: “Hoy estamos dando una señal muy fuerte al mercado de que somos un sector unido, que otorga un reconocimiento a la existencia de una necesidad real del mercado del trabajo, que se traduce en el reflejo del estándar mínimo común que debe cumplir un trabajador o trabajadora  en el desempeño competente de una función laboral. Me siento satisfecho y agradecido por el resultado obtenido, somos capaces de avanzar juntos para mejorar nuestros servicios y potenciar a nuestros trabajadores”.

‘Las Argandoña’, orgullo (viciado) del canal TVN

TVN es el canal estatal de Chile. Así lo dice su razón jurídica. A partir de esta realidad legal, sostiene una idea peregrina, que repite hasta el cansancio, pero no por esto es verdad: “Es el canal de todos”. TVN ha sido, desde hace muchos años, el canal de los gobiernos de turno. Pero hay algo más de fondo, que también impide considerarlo el canal “de todos”: es su híbrida condición económica. Como muchísimas cosas en Chile, juega a la dualidad, a la carta escondida, a que se llama de una manera hasta esta esquina y en adelante se llama de otra manera, a que es público (estatal) pero privado (financieramente). Y al final, inmersos en una economía de sálvese quien pueda, termina pesando más su característica financiera, sobre “los principios” jurídicos de su creación. Esta preponderancia de lo económico, por sobre lo conceptual, hace del canal estatal un competidor de los demás (los privados Mega, Chilevisión y Canal 13), en igualdad de condiciones, como si no tuviera ninguna responsabilidad social, en tanto ente estatal. Sobre este argumento, que por mucho aplicarlo no deja de estar viciado, es que hoy se empieza a transmitir ‘Las Argandoña’, un docureality (o realidad de mentiritas) de las señoritas Raquel Argandoña y Raquel Calderón Argandoña, madre e hija. Al presidente del canal, don Mauro Valdés, le parecerá que esto es una genialidad. Pero a él también deberían interesarle los principios rectores de la existencia del canal. Estos principios tienen que ver con una misión, en el papel, orientada a, por lo menos: 1) Informar con objetividad. 2) Elevar el nivel cultural de la población. En verdad, no creo que un docureality de unas mujeres que han sido subidas, con pocos méritos y mucha publicidad, a la falsa categoría de divas, sea elevar el nivel cultural de la población. Y, ni siquiera, reflejarlo.

‘No soy un pirata, soy un santo’: Richard Stallman

Para los entendidos, el nombre de Richard Stallman (foto) es sinónimo de libertador en el mundo de la computación, fundador de Free Software Foundation y creador del concepto “copyleft” (no de la palabra), que se refiere a libertad de uso, o licencia pública, de software. Y para quienes somos ignorantes de estas materias, resulta interesante conocer el punto de vista de alguien que está liderando un movimiento mundial por la eliminación a las restricciones que los llamados “desarrolladores” ponen a la copia, redistribución, entendimiento y modificación de programas de computadoras.

El periodista Pastor Virviescas, del diario El Espectador, lo caracteriza como alguien que “no lleva teléfono celular, no usa redes a las que deba ingresar una clave y no deja que le tomen huellas dactilares”. Virviescas lo entrevistó bajo el título de ‘No soy un pirata, soy un santo’:  Richard Stallma, el padre del software libre” (título que aquí se conserva, porque es bueno), y quiso saber sobre el estado del software libre en el mundo, empezando por la diferencia (pertinente para el caso) entre “lo libre” y “lo gratis”. Stallman respondió: “Uno se trata de tu libertad, y otro se refiere al precio. Entonces son dos asuntos sin mucha relación. No me intereso mucho por el precio del software. El software libre no tiene reglas acerca del precio, y si uno vende una copia y otro la compra, puede pagar cuanto se acuerde. Pero para ser software libre tiene que respetar la libertad de quien tenga una copia”.

¿Su lucha es contra el sistema, contra el capitalismo, contra qué?   ¡No, no, no! Si se trata del asunto del software libre, estoy por la libertad de cada usuario, y contra el poder del desarrollador. Con el software hay dos posibilidades: los usuarios tienen el control del programa o el programa tiene el control de los usuarios. El primer caso es el software libre, en el que los usuarios tienen el control de su propia informática. Con un programa privativo, el programa tiene el control de los usuarios, pero siempre hay alguien (el desarrollador o dueño del programa) que tiene el control del mismo, que en términos sociales se convierte en un yugo, un instrumento de poder del dueño sobre los usuarios. Aquí está la injusticia, porque para tener libertad necesitamos no usar software privativo.

¿Cuáles son las libertades con respecto al software que usted propone?   El criterio específico de que un programa sea libre, es llevar las cuatro libertades esenciales. La ‘libertad cero’ es la de ejecutar el programa como quieras. La ‘libertad uno’ es la de estudiar el código fuente del programa, y cambiarlo para que haga tu informática como quieras. El control individual no basta, entonces requerimos la ‘libertad dos’ de redistribuir copias exactas del programa cuando quieras, y la ‘libertad tres’ de redistribuir copias modificadas del programa cuando quieras.

¿Le preocupa lo que puedan hacer las multinacionales contra usted? ¿Le angustia lo que pueda pensar Bill Gates?   Tengo la esperanza de que me odien, porque si no me odian es que no he hecho bastante.

¿Se siente como Francis Drake y Morgan, o no?   No ataco barcos.

¿Ataca el sistema?   Ataco la injusticia. No soy pirata. A veces comparto copias no autorizadas de las obras, porque compartir es bueno, pero no tiene nada que ver con la piratería.

¿Un Tratado de Libre Comercio, favorece el campo de la informática?   ¡Este nombre es una mentira! Son tratados de libre explotación, y atacan la democracia, porque transfieren el poder político del Estado a las empresas. Por lo tanto, hay que romperlos todos, empezando por la Organización Mundial de Comercio (OMC), que es muy dañina a la democracia. Los países tienen que salirse de la OMC para salvarse.

¿Hay alguna manera de librarse de toda la vigilancia que hay en la red?   Una parte es si rechazas el software privativo, porque muchos de esos programas tienen la funcionalidad de vigilar al usuario. Son instrumentos del poder de alguien sobre los usuarios, y una manera de ejercerlo es vigilándolos, y lo hacen. Los desarrolladores del privativo saben que si introducen ciertas funcionalidades (malévolas), los usuarios no tienen la posibilidad de cortarlas, porque son víctimas indefensas. Pero hay otras maneras de vigilarnos, por ejemplo la revisión de su uso a través de los proveedores del servicio. El teléfono móvil es un instrumento de vigilancia y seguimiento porque dice frecuentemente dónde está y el sistema de telefonía puede tomar nota de todas las ubicaciones de todos los teléfonos y hacer un historial de cada persona. Por eso mi deber es no llevar teléfono móvil.

¿Qué entiende por Derechos de Autor?   El derecho de autor no es un principio ético, es una ley. Y una ley puede ser justa, o injusta. Esta es una cuestión ética. Compartir es bueno y debe ser legal. Si una ley contradice esta conclusión ética, la ley me parece injusta.

¿Se imagina que la ONU de cumpleaños le regalara la noticia de que debe primar el software libre? ¿Cómo celebraría?   Supongo que prestaría mi atención a otra injusticia, porque no faltan injusticias en el mundo. Para establecer una libertad durable, no basta con regalarle la libertad a la gente, porque si no la valoran la abandonarán. Hace falta también enseñar a valorar la libertad, para no perderla. Hemos perdido la democracia, por no oponernos bastante a los Tratados de Libre Comercio (libre explotación), porque presentaban unas supuestas ventajas, usualmente falsas, porque los que ganan son el uno por ciento, y los demás pierden. Como sociedad, no le prestamos suficiente atención a mantener la democracia, y así trocamos la democracia por beneficios imaginarios.

¿Tiene un santo de la guarda?   No. ¡Soy santo! Soy ‘San Ignucio de la iglesia de Emacs’.

Muchas gracias, ‘su majestad’.   No soy rey, ¡soy santo!

SLB, o un modelo de periodismo comercial

Llama la atención que en un canal de deportes se presente un programa nocturno de conversación, como Síganme Los Buenos (SLB, frase plagiada –¿o hurto ideológico?– al superhéroe de la mesa cuadrada, El Chapulín Colorado) y se promocione como “el único” late de la televisión chilena (lo que no es discutible). El programa, en ese canal deportivo, es como mosca en un vaso de leche. Una explicación posible del extraño injerto, está en el modelo de negocio aplicado. VTR, propietario del canal Vive! Deportes (una excelente propuesta de deportes), quizás haya permitido este exabrupto en su parrilla programática en cuanto el programa SLB se pudiera autofinanciar. Y entonces, además de auspiciadores específicos, el creador de la idea comercial ofreció el programa a otro canal, CNN, éste sí, reconocido como de información y noticias. CNN se provee de esta manera de material, que el grupo de periodista no alcanza a suplir para alimentar las 24 horas de transmisión ininterrumpida de información y noticias. Añadir que el canal CNN cuenta con otros medios de comunicación de proveedores, como Radio Bio Bio, que lo surte de píldoras informativas, emitidas desde la estación radial, y con un programa de entrevistas: La entrevista de Tomás Mosciatti. Decir de paso, que estos modelos de negocios, modelos lucrativos, lo que están haciendo es aplanar, todavía más, el periodismo chileno, en el que nadie destaca sobre nadie, en cuanto a contenidos. Pues así como se entrecruzan entrevistas y programas, videos idénticos en todos los canales, periodistas que trabajan en dos o tres medios de comunicación, hay un solo locutor (el de Universal Channel) que hace las identificaciones en distintas radios y en televisión, sin ningún pudor de éstas, y locutor al cual las agencias de publicidad contratan para hacer la publicidad. Todo se aplana. Y en el modelo de negocios lucrativo de SLB también cabe En Pauta, un programa, también de conversación, que hace el canal Mega y vende a CNN. El programa es totalmente atípico en Mega, tanto por el estilo de la presentadora como por la escenografía, pero encaja en el aspecto de CNN. Otra vez, un canal de televisión hace periodismo, y lo aplana, replicándolo en otro canal de televisión. Y en este caso, En Pauta sí es una copia exacta del modelo de negocios de SLB. Sinceramente, no estoy seguro del aporte que estos mecanismos financieros hagan al Periodismo nacional. Porque en tanto negocio, no caben dudas de su rentabilidad.

De Lollapalooza al negocio de las Isapres

Lollapalooza. Genial el esfuerzo del canal oficial TVN de transmitir el festival Lollapalooza, que tuvo lugar en Santiago este sábado y domingo pasados. Realmente un evento lúdico y transversal, realizado en el Parque O’Higgins, a donde asistieron, se estima, unas 40 mil personas. Buena dupla en la transmisión de TVN hicieron Jean Philippe Cretton e Ignacio Franzani. Muy ad hoc.

Isapres. La Superintendencia de Salud divulgó en las últimas horas “un indicador” (IPC de la salud) sobre el cual se vigilará el aumento del valor de los planes de salud que cubren las Isapres. Las Isapres aumentaron sus utilidades en el año 2011 en más del 30%, y en comparación con el aumento que han tenido las firmas aseguradoras, las Isapres las superan. Este dato hace pensar que las Isapres no son tan protectoras de la salud de los chilenos, sino empresas cuyo propósito es la maximización de las ganancias. En estas condiciones, ¿se trata de un sistema de protección de la salud o solamente de un negocio muy rentable? Escuché esta mañana en Radio Cooperativa al director de la Asociación de Isapres, el señor Rafael Caviedes (foto), decir que, al contrario de ser empresas muy rentables, las Isapres “son víctimas” de una ley “mal hecha” en el 2005. Negó, con admirable frialdad, que las Isapres hayan creado un negocio circular con las clínicas, y culpó a los médicos de preferir ciertas clínicas por sobre otras. Digo “admirable frialdad”, porque me consta que los médicos están (no diré “obligados”) presionados a usar ciertas clínicas. Y en caso de que los pacientes no acaten “la recomendación” del médico, “el plan” dela Isapre se eleva de manera considerable. Me consta. Y no le creo al señor Rafael Caviedes nada de lo que dice, quien también, sin inmutarse, dijo esta mañana en la entrevista que “hasta los tribunales” de justicia “han hecho notar” lo inadecuada que es la ley del 2005. Si fuera así, el señor Caviedes está obligado a denunciar a esos jueces del Poder Judicial, que se hacen parte de los procesos con sus conceptos, y que descalifican a otro poder del Estado (el Poder Legislativo), tratándose de “poderes independientes” en Democracia. El señor Caviedes también consideró, en forma despectiva, que los que demandan ante la justicia a las Isapres, son solamente “un grupito”. Para algunos críticos del sistema de salud, ese IPC de la salud (que pomposamente lanzó la Superintendencia de Salud) no es más que “la justificación de las alzas de los precios de las Isapres”, para que la gente deje de demandarlas, o para que las demandas pierdan efecto, pues con el IPC “legalizan los abusos en los cobros”, de esas empresas que representa el señor Rafael Caviedes. No es exótica esta hipótesis, en verdad, porque este tipo de protección han recibido en el pasado las forestales, las pesqueras, las empresas de combustibles, entre otras.