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Los Altazor de las artes chilenas 2011

Cantantes premian a cantantes, escritores a escritores, músicos a músicos, dramaturgos premian a dramaturgos, coreógrafos a coreógrafos, pintores premian a pintores, y así… Son los premios Altazor. Sin más preámbulos, he aquí los ganadores en las distintas categorías.

Artes Literarias

Narrativa: Pía Barros, “El lugar del otro”

Poesía: Hernán Miranda, “Viajes inconclusos”

Ensayo Literario: Pilar Donoso, “Correr el tupido velo”

Artes Audiovisuales / Cine

Dirección–Ficción: Matías Bize, “La vida de los peces”

Dirección–Documental: Patricio Guzmán, “Nostalgia de la luz”

Guión: Julio Rojas, “La vida de los peces”

Actriz: Blanca Lewin, “La vida de los peces”

Actor: Santiago Cabrera, “La vida de los peces”

Artes Audiovisuales / Televisión

Dirección–Programa: Cristián Leighton, “Santiago no es Chile”

Dirección–Género Dramático: Boris Quercia, “Los 80”

Guión: Rodrigo Cuevas, “Los 80”

Actriz: Tamara Acosta, “Los 80”

Actor: Alejandro Goic, “Volver a mí”

Artes Escénicas / Teatro

Dramaturgia: Pablo Paredes, “Las analfabetas”

Dirección: Alejandro Goic, “Mi Marilyn Monroe”

Actriz: Paulina Urrutia, “La amante fascista”

Actor: Hugo Medina, “Lo crudo, lo cocido, lo podrido”

Artes Escénicas / Danza

Coreografía: Carmen Aros y Sonia Uribe, “Mujeres de ayer y mañana”. Compañía Generación del Ayer.

Bailarín: César Morales, “La Sylphide”. Ballet de Santiago.

Bailarina: Natalia Berríos, “La Bayadera”. Ballet de Santiago.

Artes Visuales

Pintura: Ximena Cristi, “70 años de pintura”

Escultura: José Vicente Gajardo, “Vestigios”

Grabado y Dibujo: Eduardo Vilches, Galería Taller Trece

Fotografía: Luis Navarro, “Retrospectiva fotográfica”

Artes Mediales: Bernardo Oyarzún, Proyecto Dislocación. Lengua Izquierda

Diseño Gráfico e Ilustración: Alejandro González, “27-feb”. Perro Seco Editores.

Artes Musicales

Música Docta: Pablo Aranda, “Parphe II”

Música Alternativa: Luis Le-Bert, “El Combo Cuequero”

Pop: Manuel García, “S/T”

Rock: Los Tres, “Coliumo”

Música Tradicional o Raíz Folclórica: Patricio Manns, “La tierra entera”

Ejecución Musical: Patricia Cifuentes, “Rigoletto”. Teatro Municipal.

Los Altazor 2010 y la necesidad de exaltación

Premios como los Altazor a las artes no logran satisfacer todos los gustos y pareceres, y como todo concurso hay quienes tienen sus favoritos y es previsible que el fallo deje inconformes. Con todo, se agradece y aplaude que existan, y que Chilevisión transmita el acto de premiación y celebración. Como en años anteriores, algunos galardonados aprovecharon la tribuna y la hicieron reivindicatoria. Para mi gusto, el evento fue demasiado informal para su pretensión de gran show. Comparto que, además de la hermosa estatuilla del escultor Premio Nacional de Arte, Sergio Castillo, el ganador en cada una de las categorías podría también recibir una suma de dinero, como estímulo o reconocimiento a su excelencia, financiado esto por el Ministerio de la Cultura. Los ganadores en el 2010 fueron los siguientes:

En Artes Musicales: en la categoría de Música Docta-Clásica ganó Alejandro Guarello por “Retri para flauta y piano”. En Música Tradicional o de Raíz Folclórica ganaron Daniel Muñoz, Félix Llancafil y 3×7 Veintiuna, por “Al compás del 6×8”. En la categoría Pop ganó De Kiruza, por “Música pa’l mundo”. En Rock ganó Sinergia por “El imperio de la estupidez”. En Ejecución Musical ganó Freddy Torrealba y en Música Alternativa-Jazz ganó Sebastián Jordán por “Afluencia”.

En Artes Literarias: en la categoría de Narrativa ganó José Miguel Varas por “La huachita”. En Poesía ganó Pablo Azócar por “El placer de los demás” y en Ensayo Literario ganó Adriana Valdés por “Enrique Lihn: vistas parciales”.

En Artes Escénicas: en mejor Dramaturgia ganó Luis Barrales por “La mala clase”. En la categoría de Actor ganó Miguel Ángel Bravo por “Diario de un loco”. Como mejor Actriz ganó Paula Zúñiga por “Diciembre”. En Coreografía ganó Óscar Ramírez por “Violeta del alma” con el Ballet Antumapu. Como mejor Bailarín ganó José Luis Tejo por “Arde el piso II” con la Compañía de Ballroom. Como mejor Bailarina ganó Carmen Aros por “Lo que me dio el agua”.

En Artes Visuales: categoría Pintura ganó Ómar Gatica por “Yo, pintor”. En Escultura ganó Federico Assler por “40 años”. En categoría Grabado y Dibujo ganó Valentina Cruz por “Entre líneas y sombras”. En Fotografía ganaron Helen Hughes, Kena Lorenzini y Leonora Vicuña por “Visible-Invisible”. En Instalación y Video Arte ganó Alicia Villarreal por “Grabar el territorio”. En Diseño Gráfico e Ilustración ganaron Jenny Abud, Mauricio Vico y Mario Osses por “Libro, un grito en la pared, psicodelia, compromiso político y exilio en el cartel chileno”.

En Artes Audiovisuales: en la categoría de Dirección de Cine Ficción ganó Sebastián Silva por “La nana”. En Dirección de Cine Documental ganó Francisco Hervé por “El poder de la palabra”. En la categoría Guión de Cine ganaron Sebastián Silva y Pedro Peirano por “La nana”. Como mejor Actor ganó Luis Dubó, por “Dawson, isla 10”. Como mejor Actriz ganó Catalina Saavedra por “La nana”. En la categoría de Dirección de Televisión Dramática ganó Boris Quercia por “Los 80”. Por Dirección de Programa de Televisión ganó Cristián Leighton por “Santiago no es Chile”. El mejor Guión fue para Rodrigo Cuevas por “Los 80”. El mejor Actor de Televisión fue Daniel Muñoz por “Los 80”. La mejor Actriz de Televisión fue Tamara Acosta por “Los 80”.

El maestro Monterroso y Kato Ramone ilustrador

Buscando un texto de Kato Ramone, el ganador del Premio Paula de cuento, me encontré con que Kato Ramone es ilustrador, y con un decálogo del genial Augusto Monterroso, ese del “Cuando despertó el dinosaurio aún estaba allí”. De modo que aproveché de ilustrar este post con Kato Ramone y compartir el Decálogo del Escritor, que confeccionó Monterroso. Aunque son doce los puntos de Monterroso, él deja en libertad de descartar dos que no nos vengan, y quedarnos con el decálogo, propiamente dicho. Helo aquí:

Primero. Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

Segundo. No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero. En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: “En literatura no hay nada escrito”.

Cuarto. Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto. Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto. Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo. No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo. Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo. Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo. No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo. Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.