Le preguntaron a William Faulkner (foto) por la alegoría literaria:
–¿Ofrece ventajas artísticas el componer la novela en forma de alegoría, como la alegoría cristiana que usted utilizó en ‘Una fábula’?
–La misma ventaja que representa para el carpintero construir esquinas cuadradas al construir una casa cuadrada. En Una fábula,la alegoría cristiana era la alegoría indicada en esa historia particular, del mismo modo que una esquina cuadrada oblonga es la esquina indicada para construir una casa rectangular oblonga.
–¿Quiere decir que un artista puede usar el cristianismo simplemente como cualquier otra herramienta, de la misma manera que un carpintero tomaría prestado un martillo?
–Al carpintero del que estamos hablando nunca le falta ese martillo. A nadie le falta cristianismo, si nos ponemos de acuerdo en cuanto al significado que le damos a la palabra. Se trata del código de conducta individual de cada persona, por medio del cual ésta se hace un ser humano superior al que su naturaleza quiere que sea si la persona sólo obedece a su naturaleza. Cualquiera que sea su símbolo —la cruz o la media luna o lo que fuere—, ese símbolo es para el hombre el recordatorio de su deber como miembro de la raza humana. Sus diversas alegorías son los modelos con los que se mide a sí mismo y aprende a conocerse. La alegoría no puede enseñar al hombre a ser bueno del mismo modo que el libro de texto le enseña matemáticas. Le enseña cómo descubrirse a sí mismo, cómo hacerse de un código moral y de una norma dentro de sus capacidades y aspiraciones al proporcionarle un ejemplo incomparable de sufrimiento y sacrificio y la promesa de una esperanza. Los escritores siempre se han nutrido, y siempre se nutrirán de las alegorías de la conciencia moral, por la razón de que las alegorías son incomparables: los tres hombres de Moby Dick, que representan la trinidad de la conciencia: no saber nada, saber y no preocuparse, y saber y preocuparse. La misma trinidad está representada en Una fábula por el viejo aviador judío, que dice “Esto es terrible. Me niego a aceptarlo, aun cuando deba rechazar la vida para hacerlo”; el viejo cuartelmaestre francés, que dice: “Esto es terrible, pero podemos llorar y soportarlo”; y el mismo mensajero del batallón inglés que dice: “Esto es terrible, voy a hacer algo para remediarlo”.
–¿Podría usted explicar mejor lo que entiende por movimiento en relación con el artista?
–La finalidad de todo artista es detener el movimiento que es la vida, por medios artificiales y mantenerlo fijo de suerte que cien años después, cuando un extraño lo contemple, vuelva a moverse en virtud de qué es la vida. Puesto que el hombre es mortal, la única inmortalidad que le es posible es dejar tras de sí algo que sea inmortal porque siempre se moverá. Esa es la manera que tiene el artista de escribir “Yo estuve aquí” en el muro de la desaparición final e irrevocable que algún día tendrá que sufrir.
-
Únete a otros 111 suscriptores
julsua@hotmail.com
-
Artículos recientes
Lectores de este blog
- 654.661 hits
Buscar en este blog
Artículos por temas
Archivos mes a mes
Área restringida
Prioridad de temas
Acontecimiento Actualidad Administración Pública Antropología Análisis Artistas Autores Autoridad Candidatos Presidenciales Chile Ciudadanía Comentario Concurso Conocimiento Corrupción Crítica Cuentistas Cuentos Cultura Debate Democracia Dictadura Economía Educación Elecciones Empresarios Empresas Enseñanzas Entretenimiento Escritores Estado Estética Fallecimiento Filosofía Gobierno Historias Humanas Ideales Información Instituciones Justicia Latinoamérica Lenguaje Libros Literatura Medios de comunicación Memoria Mujer Narradores Narrativa Negocios Noticias Novelas Obras Opinión Países Pensamiento Periodismo Poesía Poetas Política Políticos Premios Probidad Reflexión Relatos Reseña Sociedad Televisión Textos Tragedia Transparencia Valores Humanos Verdades Vida ÉticaJulioSuarezAnturi
- ‘Revolución’ de Slawomir Mrozek
- ‘El cuarto del fondo’ de Jaime Echeverri
- ‘Mascarada’ de Juan Carlos Onetti
- ‘La terrible venganza’ de Nicolai Gogol
- ‘La muerte del cabo Cheo López’ de Ciro Alegría
- ‘Pachocruz’ de Benhur Sánchez Suárez
- ‘Kappa’ de Ryunosuke Akutagawa
- ‘Nadie me esperaba’ de Patti Smith
- ‘La batalla’ de Virgilio Piñera
- ‘Némesis o el vendedor de caramelos’ de O.Henry
Blogroll
- Aguilera Garramuño
- Ajuste de cuentas
- Alejandro Jodorowsky
- Anfibia
- Arcadia
- Archivo Bolaño
- Arda Goya
- Arquitrave
- Aurora Boreal
- Ómnibus
- Bacánika
- Bellas Artes Chile
- Biblioteca Digital Mundial
- Biblioteca Luis Ángel Arango
- Blogs Colombia
- Buensalvaje
- Cambio 21
- Candilejas
- Cartel urbano
- Casa Esenia
- Centro Gabriela Mistral
- Centro Virtual Isaacs
- Chile literario
- Ciper
- Cobo Borda
- Corónica
- Cuentos sin fin
- Derechos digitales
- Descontexto
- Desde el atrio
- Diatribas Umberto Cobo
- e-Kuóreo
- Eduardo García Aguilar
- Eje 21
- El Boomeran(g)
- El castellano
- El Cultural
- El espejo gótico
- El Malpensante
- El ojo en la paja
- El rinoceronte
- El suplemento literario
- Elkin Restrepo
- Entremares
- Entremares Magazín
- Escritores colombianos
- Escritores y Poetas
- Esferapública
- Espacio Público
- Fabio Martínez
- Felisberto Hernández
- Fotos icónicas
- Fucatel Observatorio
- Fundación César Egido Serrano
- Fundación Nuevo Periodismo
- Gaceta virtual
- Hoguera para Goya
- Instituto Caro y Cuervo
- Instituto Cervantes
- Invertebrados
- Iowa literaria
- Isaías Peña Gutiérrez
- Jorge Eliécer Pardo
- José Pivín
- La Central
- La cueva del frenáptero
- La otra revista
- La piedra de Sísifo
- La silla vacía
- laBlogoteca
- Las 2 orillas
- Las historias
- Lecturalia
- Lecturas indispensables
- Letras libres
- Literariedad
- Literatura Cervantes
- Los Gaviria de Sopetrán
- Máquina de coser palabras
- Me gusta leer
- Moleskine literario
- Museo de prensa UDP
- Nalgas y libros
- Neonadaísmo
- Notas de Mónica
- Odradek, el cuento
- Orsai revista
- Otraparte
- Otrolunes
- Papeles perdidos
- Penúltimos días
- Peta
- Pie de página
- Pijama surf
- Quedelibros
- Rafael Narbona
- Real Academia Española
- Realidades y Ficciones
- Reinaldo Spitaletta
- Revista Ñ
- Revista Turia
- Revista U. de Antioquia
- Roberto Rubiano Vargas
- Roberto Rubiano Vargas
- Santoro investiga
- Séptimo vicio
- Sombralarga
- Vicente Huidobro
- WordPress.com
- WordPress.org
- Zenda
- Zona literatura
Banners de Directorios
Pingback: William Faulkner y el oficio de escritor (III) | JulioSuarezAnturi