Archivo diario: 6 May, 2011

Óscar Hahn, Premio Iberoamericano Pablo Neruda

El Consejo Nacional de la Culturay las Artes y la Fundación Pablo Neruda otorgaron el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda al poeta Óscar Hahn (foto). El jurado lo presidió el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y estuvo conformado por Andrés Morales y Floridor Pérez (de Chile), Juan Manuel Roca (de Colombia), Justo Jorge Padrón (de España) y Antonio Cisneros (de Perú, ganador en el 2010).

El premio distingue a un autor cuya obra sea considerada un aporte notable al diálogo cultural y artístico de Iberoamérica. Antes de Hahn hacía recaído en el mexicano José Emilio Pacheco (2004), en el argentino Juan Gelman (2005), en el peruano Carlos Germán Belli (2006), en la cubana Fina García-Marruz (2007), en la chilena Carmen Berenguer (2008), en el nicaragüense Ernesto Cardenal (2009) y en el peruano Antonio Cisneros (2010).

“Hubo unanimidad respecto de que la poesía de Hahn es una poesía de enorme valor, de gran trascendencia en toda Iberoamérica y en la presentación de todos los jurados figuraba su nombre. También se señaló la vigencia de su obra, el impacto que tiene en los poetas más jóvenes y su cercanía, tanto con la poesía clásica como las exploraciones que ha tenido hacia la antipoesía”, dijo el ministro Cruz-Coke como presidente del jurado.

“Es un gran honor recibir este galardón, principalmente por dos razones. Primero porque lleva el nombre de Pablo Neruda, con quien tuve una relación muy especial, y segundo, porque quienes integran el jurado es un grupo de cinco distinguidos poetas de países que representan distintos sectores de la cultura hispana”, dijo el poeta.

Óscar Hahn salió premiado, porque el premio en metálico se duplicó, de US$30.000 a US$60.000, a la par con otros galardones, como el Reina Sofía de España.

Oscar Hahn nació en Iquique, el 6 de julio de 1938, y algunas de sus obras son: Esta rosa negra (1961), Arte de morir (1977), Flor de enamorados (1987), Tratado de sortilegios (1992), Versos robados (1995), Apariciones profanas (2001), Sin cuenta poemas (2005), En un abrir y cerrar de ojos (2006), Archivo expiatorio (2007) y Poemas sin fronteras. Antología (2010). Actualmente es profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Iowa y  miembro de la Academia Chilenade la Lengua. Prolíficocomo ha sido, el poeta Hahn presentará el próximo 10 de mayo, en el GAM, su último libro La primera oscuridad.

En una estación del metro

Desventurados los que divisaron

a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe

y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados

a vagar sin rumbo por la estaciones

y a llorar con las canciones de amor

que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro

en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos

y se pierde en la noche sin nombre

Hotel de las nostalgias

(Música de Elvis Presley)

Nosotros

los adolescentes de los años 50

los del jopo en la frente

y el pucho en la comisura

los bailatines de rock and roll

al compás del reloj

los jóvenes coléricos

maníacos discomaníacos

dónde estamos ahora

que la vida es de minutos nada más

asilados en qué Embajada

en qué país desterrados

enterrados

en qué cementerio clandestino

Porque no somos nada

sino perros sabuesos

Nada

sino perros

Para darle cuerda a la muerte

Cuando se me alborotan los espermios,

qué veo, qué veo, digo yo:

veo a mis pescaditos navegar por los úteros,

enamorados de cuanto óvulo cae.

Toma este matamoscas y extermina a los ángeles,

después con grandes uñas arráncales las alas.

Ya veo sus muñones, ya los veo arrastrarse:

desesperadamente tratan de alzar el vuelo.

Toma este insecticida. Oigo sus toses blancas

prenderse y apagarse. Una puesta de sol

o una puesta de ángeles es lo mismo sin duda

porque la noche ahora levanta su joroba

y ellos se van hundiendo lentamente en el suelo.

Levanta el pie despacio. Así mismo. Tritúralos.

Que le saquen las plumas con agua hirviendo y pongan

esos cuerpos desnudos en las fiambrerías.

Ahora me van pasando sudarios de juguete

y ataúdes con cuerda. Ahora me van pasando

las cruces más pequeñas, para que se entretengan

los infantes difuntos. Pásame el insectario,

los alfileres negros. Toma este matamoscas

y extermina a los ángeles.