Pablo Longueira; el SII; y María Sharapova

Longueira. Con una sonrisa socarrona Aristarco me preguntó: ¿Sabe la última? No, le respondí, ¿cuál? Que Pablo Longueira (foto) fue sobornado, o cohechado, para favorecer a SQM en el proyecto de ley del royalty minero. ¿Sabes cuánto se echó al bolsillo? No, dije, ¿cuánto? ¡Más de 700 millones de pesos, el muy sinvergüenza! Con razón le dio diarrea y pánico escénico que lo tiró a la cama cuando hizo el Tony de presentarse como ‘candidato presidencial’. ¡La consciencia lo noqueó! ¿Te acuerdas –me preguntó Aristarco– que salió, no hace mucho tiempo, a decir que no estaba de acuerdo con que a los políticos los trataran de ‘delincuentes’? Pues claro que no le gusta, porque él es uno de esos: él es un delincuente, una “persona que comete delitos”. Como Jovino Novoa, o como el rey del oxicorte, o como Pablo Zalaquett, o como los Care-jarro, o como Los Penta, o como los del ‘robo del siglo’. ¡Todos son delincuentes ante la ley! El presidente de la Unión Demócrata Independiente (Udi), Hernán Larraín, partido al que pertenece Longueira, dijo tímidamente: “Yo creo que nosotros como cualquier partido político, como cualquier persona del mundo público, condenamos cualquier acto de soborno o cohecho”. Pero ¿expulsarán a Longueira de la Udi?

SII. El Servicio de Impuestos Internos, SII (logo), es casi artrítico para actuar en defensa del erario cuando el infractor o delincuente es de La Dehesa, Las Condes, Los Trapenses y alguna otra de esas comunas del oriente santiaguino. Pero, eso sí, es proactivo cuando se trata de ajustar cuentas contra el ciudadano común. En el pasado reciente le perdonó ¡125 millones de dólares a Johnson’s!, por ejemplo, pero tiene en problema de miles de ciudadanos por asuntos menores. Y lo peor es que se ha reusado, en esta sucesión de escándalos de cuello blanco, a denunciar penalmente a los delincuentes señorones. Tuvo el fiscal general Jorge Abbott que poner en evidencia al SII, porque no actúa. El problema es que tiene la potestad de penalizar por delitos fiscales, y ningún otro organismo, siendo lógico que la Fiscalía  pueda actuar contra todo tipo de delitos. Todo tipo de delitos. Entonces, como Abbott lo puso en evidencia, decidió querellarse contra Carlos Ominami, Patricio de Solminihac, Patricio Contesse y Ricardo Ramos, por delitos contra la ley de donaciones. ¿Querrá el SII que lo aplaudamos?

Sharapova. La tenista María Sharapova (foto) en un día perdió los patrocinios de relojes Heuer, Porsche y Nike, que le habrían de reportar este año cerca de 30 millones de dólares. ¿La causa? Dopaje. Se le descubrió el consumo permanente de un medicamento llamado Meldonio, que sirve para 1) la absorción de oxígeno, 2) evitar el daño muscular por sobrecarga, 3) evitar daños cardíacos y 4) acelerar la recuperación física después de un esfuerzo. La farmacéutica que lo produce lo recomienda para tratamientos de cuatro a seis semanas, pero Sharapova lo estaba consumiendo de manera sostenida ¡desde hace diez años! La tenista aceptó su culpa y pidió una segunda oportunidad, para limpiar en la cancha su imagen deportiva. Sí, está bien. ¿Por qué no?